Otras bodas. Otra sangre. Federico García Lorca. La sangre como algo que ata al pasado, a la familia, a la venganza. La sangre como un rastro de lo social. Como una cárcel del cuerpo y la palabra que nos condena al pasado y, a veces, nos precipita en el futuro. La sangre como el precio que se paga para vivir con los demás. Eso que se aprende y que nos inculcan, que con la sangre entra y que con la sangre se pierde. Los fluidos del cuerpo y por qué no del alma. La sangre, el sudor y las lágrimas. Indescifrables, pegados, convertidos por el hombre en medalla para dar testimonio de las convicciones. La sangre. Vida y muerte a un mismo tiempo. Jorge Eines El dramaturgo Jorge Eines nos habla en este De actualidad de su exitoso montaje "1941. Bodas de sangre" , una propuesta a la que no son ajenos, como siempre, su compromiso político y su amor por el teatro transformador. |