Salmos (1 y 2): el Bueno y el Malo, cada uno y su destino (21/12/2013) |
Capítulo 01 1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 1:2 Sino que en la ley de Dios está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. 1:4 No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. 1:5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 1:6 Porque Dios conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá. Capítulo 02 2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 2:2 Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Dios y contra su ungido, diciendo: 2:3 Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas. 2:4 El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. 2:5 Luego hablará a ellos en su furor, Y los turbará con su ira. 2:6 Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte. 2:7 Yo publicaré el decreto; Dios me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. 2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. 2:9 Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás. 2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; Admitid amonestación, jueces de la tierra. 2:11 Servid a Dios con temor, Y alegraos con temblor. 2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían. |